viernes, 23 de enero de 2015

La importancia de “SER” antes de “HACER”


Cuando hablamos de educación invariablemente pensamos en éxito y seguramente en el futuro de nuestros hijos.

La vida nos muestra que el éxito se consigue con trabajo, esfuerzo y que se mide a través de resultados, resultados tales como el nivel profesional, económico obviamente, social. Etc.

Ser creyente en definitiva resulta ser una contracultura, y si bien es cierto que no estoy en desacuerdo con lo anterior. Definitivamente los más importante en la vida es sin duda la “verdadera felicidad”.

Y a todo esto ¿A que llamo la verdadera felicidad? Sin duda consiste en entender su verdadera identidad y con ello un pleno desarrollo de la misma, amando y glorificando a Dios en cada cosa que realizan y disfrutándola; entenderse a si mismos, amarse y amar a las personas así como a su entorno y medio ambiente de una forma activa.

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios  para su Gloria perpetua; el mundo se ha encargado de empañar esta imagen a través de falsas imágenes que son tan solo un espejismo a la luz de la eternidad.

Cuando nuestros niños y adolescentes entienden no solo en su mente, sino hasta lo más profundo de su ser su Verdadera identidad, entonces y solo así, es posible ser feliz.

Fácil no es, ya que es un entendimiento y crecimiento constante que nunca se detiene, existirán momentos de incertidumbre y penumbra, pero el lograr atravesarlos con todas las herramientas que Dios les ha dado les ayudará a flanquearlos y a descubrir y desarrollar nuevas formas para ser felices.

“Ser” con todo lo que implica les ayudara a “hacer”, no puede ser a la inversa. Como padres será un hermoso aunque cansado recorrido. Pero la esperanza en la felicidad perpetua es la motivación.