La importancia de “SER”
antes de “HACER”
Cuando hablamos de educación invariablemente pensamos en éxito y
seguramente en el futuro de nuestros hijos.
La vida nos muestra que el éxito se consigue con trabajo, esfuerzo
y que se mide a través de resultados, resultados tales como el nivel
profesional, económico obviamente, social. Etc.
Ser creyente en definitiva resulta ser una contracultura, y si
bien es cierto que no estoy en desacuerdo con lo anterior. Definitivamente los
más importante en la vida es sin duda la “verdadera
felicidad”.
Y a todo esto ¿A que llamo la verdadera felicidad? Sin duda
consiste en entender su verdadera identidad y con ello un pleno desarrollo de
la misma, amando y glorificando a Dios en cada cosa que realizan y
disfrutándola; entenderse a si mismos, amarse y amar a las personas así como a
su entorno y medio ambiente de una forma activa.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios para su Gloria perpetua; el mundo se ha encargado
de empañar esta imagen a través de falsas imágenes que son tan solo un
espejismo a la luz de la eternidad.
Cuando nuestros niños y adolescentes entienden no solo en su mente,
sino hasta lo más profundo de su ser su Verdadera identidad, entonces y solo
así, es posible ser feliz.
Fácil no es, ya que es un entendimiento y crecimiento constante
que nunca se detiene, existirán momentos de incertidumbre y penumbra, pero el
lograr atravesarlos con todas las herramientas que Dios les ha dado les ayudará
a flanquearlos y a descubrir y desarrollar nuevas formas para ser felices.
“Ser” con todo lo que implica les ayudara a “hacer”, no puede ser
a la inversa. Como padres será un hermoso aunque cansado recorrido. Pero la
esperanza en la felicidad perpetua es la motivación.