jueves, 18 de febrero de 2016

Adolescencia, Identidad y la Felicidad

Hemos pasado a lo largo de todos estos años por tantas etapas, lo que inicio con tantas dudas se convirtió en un estilo de vida. Los chicos crecen, la adolescencia sigue, Nuestra hija mayor se casó y la vida trae siempre nuevas experiencias y de todas ellas aprendemos...

El internado fuera del país no resulto, estamos felices por que TODO son experiencias hermosas de crecimiento y nos ayudan para bien. Yo estoy feliz  pues mi hijo está en casa (es egoísta, lo reconozco, pero se que solo será un tiempo. Mientras tanto lo gozo). Seguimos aprendiendo.  el estudia la preparatoria, y sigue aprendiendo en casa cosas que le gustan; la guitarra, batería, videos, cine; eso es lo de mi hijo.  Gozamos de libertad, de aprendizaje libre aun que el va a una preparatoria. escogió una prepa pequeña, aprende más sobre tecnología.. y aun así nos consideramos unschoolers!!

Dafne, no asiste a la escuela, aprende sin ella, tiene  los negocios en su mente, el entrenamiento canino, las recetas de pasteles,  el cuidado de la alimentación, la decoración, el reciclaje, el cuidado del medio ambiente,  el ballet y la danza para ocuparse mucho tiempo y aprender nuevas cosas.

Gozamos de la libertad que sólo el saber que son felices creciendo, amando a Dios y amando  a otros puede dar. Procuramos desde hace años que se involucren en proyectos que les brinden la oportunidad de demostrar su amor hacia el prójimo.

Estamos convencidos que la felicidad sólo la encontramos al saber que somos hijos de un Dios que nos ama entrañablemente, que al conocer que somos "SUS HIJOS" sabemos bien entonces la respuesta a a  estas dos preguntas existenciales que han ocupado a la humanidad ¿Quién soy? y ¿De dónde vengo?.
Faltan tantas cosas por vivir más después de todos estos años solo te puedo decir que la educación sin escuela si funciona. Mis hijos son más felices, son cultos, aman a Dios y siguen aprendiendo.

Por Mariana Herrera

"Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón."
Salmo 37:4